El objetivo del informe de Bernat Soria es aportar
recomendaciones sobre el papel que la industria farmacéutica debería de ejercer
para obtener un sistema sanitario de calidad y sostenible, es decir, que
satisfaga las necesidades de la población, con el fin último de mejorar la
asistencia de los pacientes.
En el informe se van a ir analizando los diferentes aspectos
del SNS a través de la opinión de
diferentes grupos que se encuentran implicados en este: pacientes, enfermeros,
médicos, farmacéuticos y distribuidores, gestores y administración sanitaria.
Mucho de los españoles hoy en día no saben lo que tienen. El
SNS no solo aporta asistencia sanitaria, si no que da trabajo, da riquezas al
país y permite a los ciudadanos a tener una sanidad asegurada, gastarse el
dinero en vivienda, alimentos… . A pesar del bajo gasto público que tiene en
comparación con otros países más desarrollados, tiene un alto índice de
calidad, situándose como el 4 sistema sanitario que más muertes evita al año.
Los profesionales sanitarios españoles son los más valorados por los
entrevistados.
Comparto con el informe que el paciente debe ser el centro
de nuestro SNS, debe ser un ente activo de su salud y para ello debe de obtener
más información de su enfermedad y de su tratamiento. Veo también muy
importante el concienciar al paciente del gasto que hace cada vez que acude a
sanidad, con el fin de evitar abandonos del tratamiento, promover que los
medios de sanidad sean usados de manera racional y mantener al paciente activo
en su salud.
La información que debe darse al paciente viene por parte de
todos los gestores de salud: médicos, enfermeros, auxiliares, farmacéuticos,
administrativo… y no solo de unos pocos que se preocupen por ello. El paciente
debe ser la prioridad del sanitario. Su adecuación, su adherencia al
tratamiento y su mejora en la calidad de vida, es consecuencia, en gran parte,
de la actuación del personal sanitario, sin olvidar del papel que el paciente
debe realizar como ente activo de su salud.
Y, ¿que es lo que llama más la atención a la hora de
elaborar el informe de Bernat Soria? El elevado desconocimiento, en el cual me
incluyo, del papel de la industria farmacéutica en la sanidad.
A pesar de ser uno de los sectores más regulados, ya que se
pueden acceder a todos sus datos, es el que peor imagen tiene y esto se debe a
la falta de transparencia del sector. Sin embargo, debido a sus altas
cotizaciones, la trasparencia de este sector no es una opción, si no más bien
una obligación. Entonces, ¿dónde está el problema? Según el informe la falta de
transparencia de las farmacéuticas se debe a un problema en la administración,
que es la que se encarga de regular la información que llega al paciente.
El informe hace mención también al medicamento y a los
genéricos.
La confianza sobre la acción de los genéricos es muy baja en
comparación con los medicamentos de marca, debido a la poca información que de
ellos se tienen. Quizás tampoco interesa que personas mayores polimedicadas
dejen de comprar medicamentos de marca, aunque sean de bajo coste en
comparación con otros países, para pasarse a los genéricos.
Marca la importante labor de la industria farmacéutica en el
I+D. Es un sector que genera desarrollo e investigación al país. Debido a la
crisis económica de hoy en día, el mayor temor de los entrevistados era perder
esta labor investigadora debido al elevado coste que suponía para la industria
farmacéutica y que solo 3 de cada 10 medicamentos terminaban siendo rentables.
Es por eso que proponen que esta acción se lleve a cabo entre el Gobierno y las
Industrias farmacéuticas. Pero, y entonces ¿sabríamos a donde van a parar los
beneficios?, ¿tendríamos la transparencia que pedimos?, ¿beneficiaría esto al
sistema sanitario si al final, terminarán tapándose unos a otros? A mi parecer
esto sería lo adecuado si el benefactor máximo fuera el SNS y por ende los
paciente.
Al final del informe aparece la conclusión de Bernat Soria.
Este dice que la forma en la que las industrias farmacéuticas pueden motivar al
cambio en el sector sanitario es:
- Buscar
una alianza entre los diferentes entes.
- Recomienda
investigar más en enfermedades crónicas y enfermedades raras o evitar los
ensayos clínicos sin interés sanitario.
- Mejorar
la formación sanitaria, promover y educar
- Aumentar
la transparencia mediante registros de intereses, mejorar la comunicación entre los
diferentes sectores y realizar unas memorias de responsabilidad social
corporativa
El hecho de que todos los profesionales de la
salud trabajemos en común, es imprescindible para lograr la mejoría del
paciente. Pero no solo tenemos que trabajar codo con codo, si no que también es
fundamental conocer el trabajo del otro y así poder escoger el camino más
beneficioso para el paciente, aunque, quizás, no lo sea tanto para el
profesional.
Debido a mi desconocimiento de las industrias farmacéuticas,
este informe me ha aclarado varios puntos, como por ejemplo:
-El control y la regularización a la que están sometidas
-Los beneficios que aporta a nuestro país, no solo en el
desarrollo de los medicamentos, si no también la gran cantidad de puestos de
trabajo que genera.
-El bajo coste de los medicamentos con respecto a otros países.
-El poco conocimiento de las labores de las farmacéuticas
fruto de las propias autoridades, que son las que deciden que información se
puede compartir con el ciudadano de a pie.
La verdad, a mi parecer, este informe deja en muy buen lugar
a las industrias farmacéuticas, intentando “ganar seguidores”. Pero me sigo
preguntando, ¿qué ganaría esta o el
estado si se disminuyese el consumo de medicamentos?, ¿realmente le interesa a
la industria formar al ciudadano para que sea un ente activo de su salud?, ¿le
interesa que este sea capaz de adaptar hábitos de vida saludable y se ahorre en
un futuro el uso de mil medicamentos?, ¿por qué no favorecer el uso de genéricos
en aquellas personas polimedicadas?
Sigo pensando que algode negocio se sigue haciendo con la
salud del paciente y que el informe no ha
terminado de responder realmente a la
pregunta que planteó en un principio: ¿qué debe hacer la industria farmacéutica
para obtener un sistema sanitario de calidad
y sostenible?